Restaurante Casa Patillas

La comida normal, no mala pero nada del otro mundo. Teniendo reserva para comer menú un grupo grande a las 14.00 ya no tenían de casi nada feclo de lo indicado en el menú. El trato de los camareros penoso. Con desgana, sin ninguna empatía y con malas palabras. El dueño o jefe debería hacerse mirar quién tiene dándo servicio en su negocio. En fin no recomiendo ir allí, teniendo muchos sitios alrededor infinitamente mejores.

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Buen sitio para raciones y picar algo. Muy limpio y bien atendido

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Llama la atención ya desde fuera que este es un clásico con historia. Nunca había visto (y tocado) de cerca el capote de un torero. Los camareros agradables y la comida buena. Nos tomamos los huevos rotos con jamón y el entrecot con pimientos de Padrón, y sin problema.

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Acabamos en este restaurante de casualidad y nos sorprendió. A pesar de que la decoración del sitio es muy recargada y todo relacionado con la tauromaquia (la cual odio bastante), me sorprendió por la amabilidad de los camareros y la variedad de comida. La verdad que todo lo que pedimos estaba riquísimo. Si volviese lo pediría de nuevo. Excepto la tarta de queso, se asemeja a un flan por la base de caramelo que tiene y no es nada cremosa, parecía congelada. La verdad que los postres no son su fuerte, recomiendo los platos principales, los postres no.

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La verdad es que cenar allí es ir a un clásico de Madrid. No soy muy seguidor de las terrazas tan próximas al paso de los. O Gea, pero hay que destacar su ubicación sobre todo si luego quieres una copa por Ponzano. Muy buenos los huevos rotos, la morcilla no es tan destacable pero no estaba nada mal... quiero decir que me sorprendió para bien. Pedimos solomillos con ajo y perejil y repetimos!!! Luego pedimos alguna copa. Muy amables los camareros!

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