Nuevo Casino Principal

25 min de espera para irnos sin tomar nada…un Domingo a la 13 del mediodía…entramos para pedir algo y nos dicen que “si les vamos a enseñar a servir mesas”…os diría que necesitáis un curso urgente de organización y modales. Una pena que un sitio tan emblemático de Pamplona esté tan pésimamente atendido. ( no éramos los únicos, había muchas mesas, todas sucias y con todos los platos de otros clientes, en el mismo estado) Ojalá mejoréis, os pasen por la derecha todos los locales de la Plaza Castilo.

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Precioso el entorno estético, muy simpático el camarero, en cuanto a la comida muy buena relación calidad-precio.

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La cafetería de toda una vida donde nuestros padres nos llevaban de pequeños y ahora somos nosotros quienes les llevamos a merendar a los más pequeños de la casa. Apenas ha cambiado su esencia. Si pasas por Pamplona, es un lugar obligatorio de visitar por toda su historia.

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El lugar es como una retrospección al pasado. Todo el local destila elegancia, añoranza y pulcritud. Se ha conservado perfectamente y hace que sea un local único con detalles preciosos, desde el artesonado hasta la ubicación en plena plaza del castillo, pasando por las mesas marmoleadas, regias sillas y butacas, columnas con sus ménsulas cariátides, suelos brillantes y pulidos.... Todo un bello festín visual. La restauración es más que correcta, con un menú casero con productos de temporada a un precio inmejorable y tanto el personal como Marifé la responsable, son muy amables. Mención también al personal de administración, que siempre está ahí para ayudar en lo que pueda. Chapeau para el centro y los trabajadores!!!! Gracias por mostrarnos siempre una sonrisa o cara amable ☺️☺️☺️☺️

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Un pedazo de la historia de Pamplona que acoge, durante las mañanas de San Fermín, el famoso Baile de la Alpargata. Estuve en una cena con motivo de un evento y tuve el privilegio de poder visitar sus instalaciones, incluida la zona de lectura para socios (increíble y magníficamente preservada) y la sociedad gastronómica.

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