El Tinglado

Estuvimos tomando algo de fiesta, cuando ya ponen música. Pedimos un par de veces, pero en la segunda no nos avisaron de que el bar cerraba en dos minutos. Seguían sirviendo como si no estuvieran a punto de cerrar. De repente encendieron las luces y echaron a todo el mundo metiendo prisa y de muy malas formas, especialmente un chico bajito rubio de seguridad, con consumiciones recien pedidas. Muy lamentable. Le pedimos explicaciones a la camarera que nos sirvió y fue muy desagradable. Si vas a cerrar, deja de servir o avisa al que pide de que se lo tendrá que tomar en la calle. Además, me he dado cuenta de que el ticket no coincide con lo que marcaron en el datáfono, me cobrarón de más. O sea, encima de no avisar de que cierran y decirte luego que es tu problema, te cobran mal y te roban. Pésimo servicio.

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Hemos venido en grupo y pedimos varias raciones para compartir. Hubiese estado bien que ya que las patatas eran congeladas, el queso estuviera por lo menos fundido y hecho. Un poco decepcionante. Esperemos que en cocina lo tengan en cuenta.

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Pésima experiencia de racismo, clasismo no se…. Me gustaría saberlo, pero por parte del portero, parece mentira que Pamplona que es una ciudad multicultural donde acogen a tanta gente extranjera, ya sea por las mejores fiestas del mundo como San fermines o por los cientos de estudiantes que llegan cada año. Fue mi hijo a buscarme que tiene 18 años y según el portero no podía entrar por que solo podrían entrar a partir de los 21 años, lo más bochornoso es que dentro estaba lleno con gente de menos de 20 años. Que pena…. Que no tengan gente cualificada para desempeñar su labor. No se puede tratar a las personas así solo por que al señorito de la portería no le parezca. Muy mal 👎

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Consta de varias plantas: servicio de bar, comedores en planta para la semana, en plantas superiores comedores de fin de semana, hasta 60 comensales, amplio. Se dan comidas por encargo. Acceso silla de ruedas. Servicios en planta baja con escalera. Disponen de ascensor, teniendo baños en planta superior, disponibles silla de ruedas . No demasiados pinchos, pero suficiente a la clientela del momento. Bajos en Sal, los tomados, se aprecia también en otros alimentos cargaditos de grasas animales. Así también disponen de pescado. Precios similar del casco viejo. Dispone de menú para Julio, con postre y bebidas incluidos, aún precio del casco viejo. Carta: antojitos, ensaladas, pescados, carnés, pasta-arroz, burguers, dulzura. Camarera servicial, colaboradores. Interior amplio para la barra. Es una zona de acceso a plaza del Castillo. CONCLUSION: se pueden encargar comidas en grupos amplios, aún precio razonable para la zona. Comer pinchos de paso . Limpieza.

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Para comer el menu entre semana esta bien. Los camareros amables y atentos. Para tomar unos pinchos si vas en hora punta hay mucha gente, señal de que esta muy bien, aunque un poquito agobiante.

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