Chiringuito añoño

Calidad, trato y servicio. Dani el dueño, una máquina, lo recomiendo al 1000x1000!!!!

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Servicio en las mesas casi inexistente. Camareros incompetentes y mentirosos. Reservamos para las 14h y la paella estaba en la mesa desde las 13:30, por lo que estaba casi fría para cuando llegamos. Media hora para recibir unas botellas de agua porque se quedaron sin vasos (¡un restaurante sin vasos!). Más de media hora para recibir los cafés... Vaya falta de previsión para tratarse de un domingo de primeros en septiembre. Una verdadera vergüenza. Para colmo, no puedo que fuera nada barato. 150€ solo la paella! Para diez personas, sale a 15€ por persona. Un robo con el peor servicio que he recibido en mucho tiempo. Voy mucho por Castell de Ferro pero no volverán a ver un euro de mi bolsillo. Espero que esto ayude a los demás para no desperdiciar su dinero. Hay opciones mucho mejores en el mismo paseo marítimo.

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Se come muy bien por ser un chiringuito de playa, ya que normalmente se come de batalla en la mayoría de ellos este se lleva la palma. Todo lo que hemos pedido estaba muy bueno y bien de precio. La tarta de queso creemos que era casera porque también estaba muy buena. Camareros atentos.

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He estado unos días en la playa de Cambriles, junto a Castell de Ferro y el almuerzo siempre ha sido en el chiringuito Añoño, lo descubrí el año pasado y este año tenía claro cuál iba a ser mi opción en Castell para comer, aquí expongo mis razones. Aunque los chiringuitos se están modernizando tanto en decoración y están ofreciendo gran variedad gastronómica, yo queria el concepto clásico de chiringuito de playa es decir sentir el mar frente a mí y la arena y la comida que fuera un buen producto de pescados y mariscos y bien elaborada en cocina y en la brasa, en la brasa siempre está Dani, que yo sepa tercera generación de pescadores su abuelo Añoño es quien da nombre al lugar y su madre regenta la pescadería del pueblo, que por su sangre corre agua y sal marina. Por tanto sabe comprar buen pescado fresco de los diferentes mercados y lonjas de la zona. Además de la carta, siempre ofrece pescados del día que los hace exquisitamente a la brasa, gallo Pedros, lubinas, doradas, sargos o rodaballo además de pulpo y las riquísimas sardinas que siempre están en la carta. Los arroces a la lumbre de la brasa espectaculares, comimos negro y de mariscos. Pero lo que ya le da un encanto mayor es el servicio de camareros con un gran equipo que son una familia, Antonio, Alexander, Steven, Cristian y Natalia que son profesionales atentos eficaces y amables que te tratan magníficamente. De la cocina sólo se el nombre de Juliana, pero es un buen equipo que da muy

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El pescado es fresco y bien preparado. La cantidad de los platos es abundante. El precio correcto. El servicio muy amble y eficaz. El único pero fue la escasa oferta de postres.

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No suelo tener muchas esperanzas con lo típicos chiringuitos de playa pero éste rompe le excepción ya que te tratan como en casa y la calidad de la comida es excepcional. Pedimos Lubinas y sardinas y se notaba que eran productos frescos cocinados a la brasa, la calidad y el ahumado formaban un sabor perfecto en el paladar. La carta es bastante pequeña, denota que quieren ofrecer poca cosa pero de mucha calidad. También pedimos gambas rojas a la plancha y ensalada de la casa, no tenemos ninguna pega. El precio medio por persona puede ir de los 20€ a 40€, merece la pena por completo. Me atrevo a decir que es el mejor Restaurante de Castell de Ferro ✅

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