Sidrería Restaurante El Puerto

Está bien,no es muy grande pero tienen buena música de ambiente.Cuenta con numerosas opciones de principales y postres sin gluten,que se agradece MUCHO. Para los celíacos: pidan la tarta de queso,es muy sabrosa.Repetiría

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Fuimos a comer en grupo y pedimos patatas con salsa tártara, fabada asturiana y cachopo de jamón y queso, y de postre tarta de queso. La comida muy buena, la atención también, con vistas al puerto en la terraza. Nos ha gustado más la tarta de queso fría que la caliente, muy recomendable. Las cantidades eran bastante buenas, sobre todo para el precio que tiene Elegimos ese sitio específicamente por la cantidad de platos sin gluten, ya que da mucha seguridad que entiendan del tema y puedan adaptarte casi todo, me hubiese gustado que tuviesen pan sin gluten.

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Nos lo recomendaron desde el hotel y encantados. Otro buen sitio para disfrutar de la gastronomia Asturiana. Disfrutando del rally de llanes. Todo muy bueno. Nos decantamos por la ensalada de taco de bonito, zamburiñas y el famaso cachopo. Buena sidra. Buena ubicacion junto al puerto. Atencion correcta. Escalceador curioso. Recomendadisimo. Volveremos

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El sitio es agradable un poco pequeño, por lo que en temporada hay que reservar si o si. Tiene vistas a la desembocadura de la ría al mar en donde está el puerto deportivo. El acceso es en zona peatonal por lo que hay que resolver el aparcamiento antes si vas en coche . La comida no me ha gustado y por tanto me parece cara.

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Lo que salva a este lugar es el sabor de algunos de sus platos, o al menos los que yo probé, y que estás justo al lado del puerto de Llanes. Pedimos fritos de bacalao, que para nuestra sorpresa por 16,50 que costaba la ración, nos vinieron 6 pedacitos de bacalao, eso si, deliciosos, continuamos con una sepia, esa si fue acertada tanto la cantidad como el sabor y para finalizar, decidimos pedir una tarta de queso de horno recomendada por el camarero, que no nos gustó en absoluto, la sirvieron demasiado caliente bañada en algo de limón que la hacía aún más mala de sabor, también la acompañaba un helado que ni siquiera sabría decir cuál era el sabor, la dejamos entera y el camarero nos la cambió por la tarta de queso fría, que tampoco resultó de nuestro agrado. Le damos un 2 al servicio por el gesto del cambio del postre, pero en general un servicio un tanto desagradable y poco atento.

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