Restaurante For Amur

la atención denigrante y un trato nefasto

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Fatal. Cenamos 5 comensales, uno de ellos recibido el segundo ato con los primeros, el resto esperamos más de una hora entre el primero y el segundo. Pedimos rape y llego seco y con los pimientos sin hacer. Una experiencia como para no repetir. Como les dijimos un desastre de cena.

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Sitio muy acogedor, con un servicio muy amable parte de las camareras y los propietarios.Comida muy rica en la que pedimos entradas a compartir y un entrecot trinchado acompañado de una rica guarnicion, tuvieron el detalle de invitarnos a una copita de licor el cual nos lo sirvieron en una bandeja con flores y cajitas de regalos con chocolate. Volveremos seguro, muy recomendable.

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Un sitio espectacular… comida exquisita, local con encanto y atención excelente. Marina es encantadora… volvemos seguro, mil veces.

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La comida en este restaurante es espectacular, he ido varias veces, y cada vez, más bueno. El trato siempre ha sido bueno, pero la última vez, había ido todo genial, como siempre, y en la calle empezó a diluviar, nos dijeron que teníamos que irnos que los camareros iban en moto y no querían mojarse. Todo sería normal si no fuera por que llevaba un bebé de menos de un mes. Y me pareció increíble, que tan atentos como han sido siempre, no les importó hacerme salir.

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Nos pasamos sin reserva a golpe de jueves, y gracias a hablar con la persona correcta (con una gran dosis de suerte en este aspecto) conseguimos una mesa fuera, junto a una fuente muy chula que hay en la terraza. La camarera fue muy pero que muy amable, pero se la veía un poco desbordada, de hecho una de las estrellas se les cae por el excesivo tiempo que tardaron en traernos la bebida, en tomarnos nota de la cena, etc., etc. Todo se prolongó muchísimo por los largos tiempos de espera. Carta larga, con bastantes opciones donde elegir, y todo con muy buena pinta. Nos decantamos por un par de cocas, ambas muy logradas, por una fritura de pescados (meiga mini, parrochitas y salmonetes), sin más, y por una de sus especialidades, los Mejillones Singapur. Son unos mejillones con verduras y salsa de curry, con materia prima tirando a mediocre y salsa un poco fuerte de más. De postre nos pedimos el Tatin de manzana, y quizá fue lo peor de toda la cena. La parte de manzana, excesivamente azucarada, sobre una galleta, helado de turrón y nata. Completamente prescindible. El restaurante gana mucho por lo majos que son los camareros y por su decoración y ubicación, pero la cocina es de lo más normalita, al menos lo que nosotros pudimos probar. Con 3 bebidas fueron cerca de 45€, relación calidad-precio normal.

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