La Ronería Resto Bar

El sitio es increíble, la comida exquisita, se nota que es elaboración propia. La decoración del local está elegida al milímetro y el personal de 10. Un lugar para volver siempre ♥️

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es un auténtico tesoro oculto en el corazón de Alicante. Aunque su espacio es un poco pequeño, esto le añade un encanto especial, creando una atmósfera acogedora que te hace sentir como en casa. El personal es excepcional, siempre dispuesto a hacer que tu experiencia sea memorable. La decoración del lugar es una mezcla perfecta de lo moderno y lo acogedor, creando un ambiente relajado y agradable.

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Me encanto la decoración romántica. Y nos pusieron unos detalles en cada servilleta, un LOVE, un Corazón y un pompero. Pedimos finger de pollo con alioli de pera, una fondue en pan casero queso puerro con cherry y York para mojar, y luego el crepe de cochinillo (una delicia), un costillar blandito como mantequilla... Y un crepe de espinacas y ricota, 2 botellas de vino blanco. Acabamos con 2 postres, de turrón y helado y tarta de queso y cafés. 113€ para 3 personas. Personal muy atento y amable.

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Fuimos a comer el día de Nochebuena y estuvimos muy a gusto en el local. Es acogedor y lo tienen muy bien decorado, con música ambiental no demasiado alta para poder hablar bien con quien te acompañe en la mesa. Al ser el día que es estuvimos solos en sala y fue muy gratificante. En cuanto a la comida, nos pareció correcta, pero cara para lo que era. Nos pedimos un croqueton de jamón ibérico por 4€ y no los valía. Como principales pedimos los tortellone con setas y crema de trufa (la trufa apenas notoria), este plato fue el que más nos gustó, y el crepe de cochinillo de Segovia; estaba bueno pero no terminaba de casar para mi gusto la salsa de mango con el resto de sabores. Al final nos invitaron a unos chupitos de licor de hierbas con unas gominolas para acompañar. La mujer que nos atendió fue muy simpática y atenta. En resumen, es un sitio bonito al que ir en pareja pero no tiene una cocina de gran nivel.

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Cenamos en el interior. Es muy destacable la decoración y la música ambiental. Camarera muy amable. Todo se sirvió adecuadamente y de forma muy rápida. Precio dentro de lo esperado en restaurantes de este tipo. La comida estaba riquísima. Buena cerveza de barril. Me gusto mucho el crepe relleno de cochinillo de Segovia, gratinado al parmesano con salsa de piña y mango.

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