Finca Fanecaes Hotel Rural Castillo de Biar

El lugar me encantó muy bonito variedades de arboles relajante muy buen trato del restaurante Del desayuno me parece un detalle poder desayunar un poco de todo dentro del precio Lo que no me gustó fue a la hora del medio día que escuché a una encargada gritando a una empleada. Eso da mal rollo la empleada le hablaba educada calmada y la( encargada talvez) alzaba la voz cada vez más. Espero que eso se mejore. La limpieza muy buena

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El sitio está muy bien, una pega es que no puedes tomarte nada por la noche o por la mañana porque no hay servicio de bar

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Un lugar en encantador, donde comer te transporta al sitio soñado y que siempre quisiste encontrar, sin desvalorar que el dueño es una persona entrañable, amable y un luchador de los de antes,,, aunque ya no da comidas puedo decir que ha sido mi lugar favorito desde hace muchos años. Gracias por todo

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Fantástico. Loli, Santiago y Gustavo (éstos 2 últimos en cocina), fantásticos. Son un encanto de persona, pues tienen un encanto de negocio!! Ha sido un placer muy grande estar allí y disfrutar del hotel, la comida tan rica y la finca, qué tranquila y bien cuidada. Se nota que le ponen amor y cariño a lo que hacen. Sin duda, volveré. Ya tengo casa en Biar!! (Iba a alquilar una para ir alguna vez, pero habiendo descubierto ésta finca, ya iré ahí para que me cuiden). He estado muy cómoda y os lo agradezco

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He estado alojado 5 días en esta maravillosa casa rural situada en Biar. La finca que rodea toda la estancia principal es sencillamente espectacular, con una terraza en su parte trasera en donde se puede disfrutar de una preciosa puesta de sol. He podido disfrutar de 5 cenas en donde la calidad de los productos (algunos de la propia huerta) eran sencillamente deliciosa. Santiago, dueño de la estancia, hombre entrañable, domina la parrilla con increíble maestría dando un punto perfecto a cualquier tipo de carne que pase por su parrilla (pollo, hamburguesas, entrecot, chistorra, etc.), lo que hace que disfrutes de cada momento que pasas degustando sus platos. Si a eso le unes el trato cercano, (familiar diría yo) y profesional de Santiago y del resto de personas que ayudan en el servicio, es una apuesta segura que no deberías dejar de pasar si eres de la zona, o sencillamente pasas por allí. Yo lo haré seguro, si tengo ocasión.

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DEBERIAS CONOCERLO. He estado alojado 5 días en esta entrañable casa rural situada en Biar. La finca que rodea toda la estancia principal es sencillamente espectacular, con una terraza en su parte trasera en donde se puede disfrutar de una preciosa puesta de sol. He podido disfrutar de 5 cenas en donde la calidad de los productos (algunos de la propia huerta) eran sencillamente deliciosa. Santiago, dueño de la estancia, hombre entrañable, domina la parrilla con increíble maestría dando un punto perfecto a cualquier tipo de carne que pase por su parrilla (pollo, hamburguesas, entrecot, chistorra, etc.), lo que hace que disfrutes de cada momento que pasas degustando sus platos. Si a eso le unes el trato cercano, (entrañable diría yo) y profesional de Santiago y del resto de personas que ayudan en el servicio, es una apuesta segura que no deberías dejar de pasar si eres de la zona, o sencillamente pasas por allí. Yo lo haré seguro, si tengo ocasión.

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En general todo muy bien. Aspectos a mejorar, la organización a la hora del desayuno, cuando hay muchos clientes, se tara mucho y no hay orden, ni mesas preparadas. La comida buena, pero se tarda bastante en servir cuando hay mucha gente. Pero la estancia ha sido positiva.

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Es un hotel rural muy bien ubicado, en las proximidades de Biar. En condiciones normales, en mi caso no lo fue pues había una boda, con muchos niños, debe ser un lugar tranquilo y con vistas muy bonitas.Las habitaciones son cómodas y tranquilas, pero el servicio tiene sus luces y sus sombras, aunque son muy amables. Buena piscina.

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Un lugar encantador con un paisaje precioso y cuidado, habitaciones amplias, muy limpias y acogedoras. A destacar la amabilidad, profesionalidad y el cariño de Toni y María que nos han hecho la estancia muy agradable, nos han mimado mucho y nos han hecho sentir mejor que en casa. Un sitio que recomendamos y al que volveremos seguro.

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