Celmart

Uno de los restaurantes donde puedes degustar un menú bastante apañao por un precio más que decente. La calidad del producto es buena y la cantidad del mismo suficiente. Los camareros son muy agradables y atentos, te sientes bien atendido en todo momento. Para seguir repitiendo...👍🏻🤩

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Hacía tiempo que no comía en un sitio tan malo. Un viernes por la noche no había nadie, pero teníamos prisa porque era tarde e íbamos con niños, así que decidimos quedarnos. Pedimos croquetas, calamares y un entrecot. Las croquetas llegaron congeladas y aunque el camarero se disculpó, nos dice que las volvamos a poner todas en el plato que las van a meter en la freidora de nuevo. Era básicamente como comer harina. Los calamares eran en tempura y vinieron con un rebozado tosco y el entrecot lo devolvimos dado que sabía a quemado, como si la plancha no se hubiera limpiado. Una pena de cena. Fuimos porque estaba recomendado por la Asociación de Celiacos de Madrid, pero no volveremos.

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Una pena que un sitio supuestamente para celiacos sea tan desastroso. Pedimos la croquetas y vinieron congeladas. Por cierto, no era más que un engrudo con un rebozado terrible. Los calamares en tempura tenian el mismo rebozado y era incomestible (sí , es posible hacer la tempura sin gluten) y para finalizar un entrecot que tuvimos que devolver porque sabia mal (no sé si en mal estado l es que la plancha donde lo hacian tenia más mugre que una cochiquera). Probablemente en el peor sitio que he comido en años ( y como fuera cada día).

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Nefasto. No recuerdo la última vez que he tenido que devolver un plato por estar incomible en un restaurante, hoy he tenido que devolver un primero de mi hija, un risotto, que lo he probado y ni era el queso que tenía que ser ni era boletus, pero principalmente es que no estaba bueno. Los huevos estrellados de segundo, sin problema. El bacalao lo podia haber devuelto perfectamente porque estaba salado, muy seco y sin sabor. Y por último, el flan de mi hija tampoco valía nada y se lo ha dejado, yo lo probé también y no estaba bueno. No sólo éramos nosotros los únicos en devolver los platos y quejarse, las mesas de nuestro alrededor también se estaban quejando por lo que tardaba el servicio (la de al lado mío, una madre con dos hijas, se sentaron poco después que nosotros, y cuando habíamos terminado, no les habían aún servido el primer plato,era visible su cabreo), y devolviendo platós, como otro flan que devolvieron en otra mesa. Nefasta experiencia que no recomiendo a nadie.

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Cada dia nuevos camareros, segun con quien te topes es un impresentable o no. Solo dura Manuel, está por las mañanas y a mediodía. El si es un buen profesional

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