Bar María

Un bar excelente con un camarero espectacular. La cecina estaba bien cortada y muy barato.

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Un bar precioso en la montaña palentina. El dueño es maravilloso y cuando llegamos no entendimos los malos comentarios. La comida buenísima y el trato estupendo en todo momento. Volveremos siempre a visitarlo. El porrón, la cecina y el queso son imprescindibles y la terraza es estupenda y con unas vistas increíbles.

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Hemos tomado un café a la vuelta de la ruta. Trato agradable y servicio rápido. Dudamos de entrar por los comentarios, pero nuestra experiencia fue satisfactoria. Repetiremos

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Entre con miedo al bar dado los comentarios. Pero fue entrar y tener un flechazo con el dueño. Una persona excelente y súper amable. Nos tomamos un porrón después del baño en el pantano y nos sentó de lujo. Obligatoria la visita

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Pequeño restaurante de pueblo regentado por un desequilibrado del que hay que pasar de largo. El tipo nos cantó la carta consistente en cuatro cosas. Tardó más de 40 minutos en traernos dos ensaladas, un plato de jamón y una ración de calamares. Todo en sucios platos de postre por lo que precisamente grandes las raciones no eran.... Descubrimos el porqué de la tardanza: nuestro amigo era el camarero y el cocinero y, cada vez que entraba alguien al bar, se iba de la cocina. La cuenta ascendió a 34 euros. Al preguntarle por un ticket detallado para saber cuánto costaban las cosas, estalló en un ataque de ira en el que me mandó callar varias veces diciendo, entre otras lindeces, que era una amargada y que sus clientes tenían que saber esperar, que allí mandaba él. Conseguí el ticket aguantando toda serie de improperios hasta que lo imprimió. Precios equivalentes a una gastroteca del centro de Madrid. El desequilibrio del sujeto barre pa casa, está claro.

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