APANEM gastrobar DESPACHO PAN

Después de una ruta por Cirat (muy recomendable la zona) paramos a comer en el Apanem, mi pareja había visto las buenas reseñas y nos decidimos a probar. Comimos en la terraza, decir que el mobiliario necesita un cambio urgente. Nos atendió JuanMa, una persona cercana y muy parlanchina, en momentos incluso demasiado. Considero que no es necesario que el cliente se vaya sabiendo, cuanto le cuesta el género o cuántos recibos de autónomo tiene que pagar. Pedimos tres refrescos, un agua, una ensalada de brotes, unas bravas, rabo de toro, crepe de chocolate, tarta helada de limón y un cremaet. Nos costó 50,50 €. Para el tamaño de las raciones lo consideramos excesivo. La comida correcta, lo mejor la ensalada y el rabo. Aunque el rabo mejoraría mucho con alguna guarnición, además tenía caldo en exceso, sobre todo para servirlo en un plato llano. El plato no está a la altura de lo que te cobran por él. Tenemos dudas de que todo fuera casero, tal y como JuanMa no paraba de decir. No pudimos pagar con tarjeta porque había problemas de cobertura, así que pagamos parte en efectivo y parte por bizum. En ningún momento nos presentó un ticket, simplemente nos dijo el importe total, como ya había hecho con otros clientes. El interior del local, aparte de muchas mejoras, necesita una buena limpieza. Con un equipo de dos personas creo que debe ser complicado llevar bien un negocio así. Seguro que volveremos por Cirat, pero probablemente optemos por comer en otro lugar

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Comer en Apanem hace que tu estancia en Cirat sea todavia más inolvidable. A parte de unas vistas increibles tiene una comida inmejorable, probablemente el mejor rabo de toro que haya comido, unas patatas muy ricas y originales y un carajillo quemado espectacular. Además una atención por parte de Juanma divertida, amable y cercana. Un 10 de persona y de local. Volveremos seguro por el rabo de Juanma :)

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Un acierto de gastrobar!! Buenísimo todo, el rabo de toro y las patatas bravas un 10. En general es un buen lugar para comer o cenar con unas vistas que no te dejan indiferente, el personal es atento y majísimos. Lo recomiendo y sin duda volveremos

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Comimos de maravilla. Buenas vistas, en lugar privilegiado y un trato impecable. Juanma nos hizo sentir como en casa. El rabo de toro y las patatas bravas increibles. Hasta el punto de que volveremos. Bajando la calle hay unas piscinas naturales y una ruta para hacer a pie. Dentro tienen pan y dulces típicos que cocinan en horno de leña. Buena relación calidad precio. Sin duda volveremos.

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Terraza con fantásticas vistas. Atención sin igual. Tapas deliciosas y la carrillada de muerte pa chuparse los dedos. Siempre tomo fotos de los platos y está vez estaba todo tan bueno que solo ha quedado el plato vacío!!! La crepe rica, hasta el café está buenísimo!!!

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