Terraza de Sabatini

Un sitio maravilloso y poco conocido para lo que ofrece. La terraza está genial, hay sitio (a ser posible con reserva) pero no está por encima de sus posibilidades. La comida es de 10, vamos a salir rodando. Las vistas son excepcionales, estás tomándote tu brunch viendo el palacio real y un bonito sky libe del Madrid. Pero lo que hace de tu experiencia algo que no vas a encontrar en casi ningún sitio es la amabilidad y la atención de todas las personas que trabajan allí. En nuestro caso le queremos dar las gracias a Paula (nos hemos enterado que es Paula Cuesta) que ha sido un amor desde que hemos llegado y hasta el final y a sus compañeros de turno que nos han tratado genial, nos han cambiado de sitio cuando han quedado las mesas que nos gustaban libres y una vez más cuando ha chispeado. Son majisimos, agradables y muy cercanos. ASÍ DA GUSTO, A NOSOTROS NOS HAN GANADO Y LOS RECOMENDAREMOS 100% ESPECIALMENTE POR ELLOS

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Muy buen servicio. Buena preparación de cócteles y unas vistas increíbles.

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Trato pésimo, mal educados los chicos que trabajan, el peor lugar que conocí de Madrid, se ahogan en un vaso de agua

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Bueno, no había cola y nos sentaron rápido, pero la mesa estaba sucia y siguió sucia, tardaron un montón en servirnos y pensábamos que nos limpiarían la mesa al traer las copas, pero no lo hicieron y nos faltó una copa y volvimos a pensar que como vieron la mesa la limpiarian al traer la copa que faltaba, pero no lo hicieron, nos levantamos y nos fuimos y la mesa, creo que sigue sin limpiar

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Me encantan las vistas, el trato de los camareros fue bueno y la comida buen también!

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Vistas increíbles, buen servicio, copas inmejorables. El único problema es que cierra muy temprano, sobre las 2300

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Lo mejor: las vistas (a pesar de las obras) y el trato amable del personal, así como la limpieza en general,buena oferta en carta de bebidas. Lo peor: la comida, hemos pedido unas tostas para compartir y el tamaño es excesivo,una especie de montaña de ingredientes imposibles de comer sin hacer uso de cuchillo y tenedor.... En resumen: para subir y conocerla genial, pero no creo que vuelva

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El sitio es muy chulo y la atención también. Es tranquilo pero hay música (no discoteca, pero tampoco ambiente) por lo que para algunos de mis acompañantes estaba fuerte, pero para mi no ha sido un problema

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El lugar es hermoso, vale mucho la pena ir. La vista es increíble y los cócteles están a otro nivel. Hay que tener en cuenta de que hacia el atardecer hay muchas personas en fila para entrar y por ende los camareros te pedirán que te retires si no consumes. Lo cual es entendible.

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Las vistas del sitio son espectaculares: vistas directas al Palacio Real. Sin embargo, la atención podría ser mejor por parte del personal. Poco empáticos y agradables. De hecho, vivimos una situación incómoda. A la hora de pagar, decidimos pagar en efectivo. Recogieron el dinero y estuvimos esperando puesto que nos tenían que dar las vueltas (4 euros). Viendo que no venían, les llamamos y les dijimos que nos tenían que devolver el importe. Vino la encargada y nos dijo que no nos habían dado las vueltas pues suponían que era lo que habíamos dejado de propina. En ningún momento nos dejaron decidir si queríamos dejar propina, y lo supusieron ellos por nosotros. De los 4 euros finalmente nos devolvieron dos.

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Unas vistas impresionantes

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