SÂNCO - Casa de Las Bulas

Un lugar precioso, situado en el casco antiguo de Toledo. El típico patio Toledano con un toque moderno que llama la atención. La comida espectacular tanto el sabor, como la presentación y el trato recibido perfecto. Lo recomiendo al 100%

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El restaurante es precioso, un típico patio toledano con pinceladas japonesas y cuadrados muy bonitos Disponen de carta, de menú del día y menú degustación, dos diferentes, nosotros escogimos el menú pequeño que cuesta 100 euros para dos personas y viene con botella de agua. Consta de 3 entrantes, un pescado, dos carnes y dos postres. De cortesía te piensen una degustación de aceite, uno de toledo y otro catalán con sal negra. el primer entrante eran croquetas de jamón con salmorejo puntuación de 10, después seguimos con una ensalada de burrita calabacín y mango, también deliciosa, el último entrante una tartaleta con mango, paté de perdiz y chorizo picante, todos los entrantes de 10. De pescado era bacalao, a mi personalmente no me gustó mucho porque el bacalao no me gusta, pero a mi pareja le pareció que estaba rico. De carnes carrillada con un puré de apio y algo más que no recuerdo, brócoli y peta zeta de maíz y el último eran noquis con carne pero tampoco recuerdo más, la carne también de 10.De prepostre tartaletas con chocolate blanco y con leche, muy rico y el último era un helado de mango que este no nos gustó. En el menú no se puede elegir los platos. Nos encantó mucho y seguro que volvemos y por supuesto lo recomendamos

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La verdad que este sitio (el espacio) está muy bien, el servicio de camareros es muy básico y con un restaurante así deberían de tener personal con más ganas y mejor disposición, tanto a la hora de servir los vinos (que particularmente no me gusta que los traigan servidos) y cuando te describen el plato cuando te lo llevan a la mesa. Las croquetas de pollo campero regular, un sabor ácido que no entendimos muy bien y las alitas de pollo ricas, pero con mucha salsa y la presentación es bastante rara, en la foto se puede ver. En el patio donde estábamos, olía mucho a comida. Es un sitio para volver, pero hace falta más calidad en todo, porque los precios son elevados y no se corresponde con lo que ofrecen.

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Típica casa con patio toledano convertido en restaurante. En pleno casco histórico. Muy buena cocina y trato inmejorable. Nosotros probamos el menú degustación para probar más variedad de platos, las cantidades están bien, no te quedas con hambre. Volveremos seguro.

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Estuvimos cenando un jueves un grupo de 12 comensales, nos recibieron con un trato exquisito! El ambiente muy acogedor y cálido, tomamos unas cañas antes de cenar. Nos enseñaron el restaurante, ya que han terminado una gran reforma y solo por ver el local, ya merece la pena entrar! Comimos y bebimos las sugerencias del metre y acertamos. Probamos casi de todo, una comida elaborada sabrosa y sorprendente. Una maravilla de restaurante, la verdad! El precio por cubierto sobre los 50€ Muy agradecido por la atención!

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