Sami

Descontrol total en el servicio. Pides algo y parece que les estás molestando. 7 camareros en la barra y parece que nadie hace nada, 0 coordinación y a voces entre ellos. De la comida no puedo opinar, ya que he pedido café y no he podido pedir nada más porque la camarera se ha ido corriendo.

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Si lo que buscas es una experiencia inmersiva, auténtica y sobrecogedora, este es el lugar! Nos animó ver que la terraza tenía mesas ocupadas, por lo que nos decidimos a entrar. Con un diseño y decoración retro, de esos que ya no quedan, y un brillo especial que solo la grasa sabe dar, nos animamos en tomar un café en la barra. Aquí (en la barra) ya nos quisieron echar a mis padres y a mi al deducir que nos queríamos llevar el café. Primera sorpresa de esta maravillosa experiencia, pero nos quedamos aclarando que lo tomaríamos ahí. Al pedir los cafés, pusieron alguno al revés que lo pedimos. La camarera supo mantener nuestra atención, y tensión. Nos gustó mucho cuando nos tiró la jarrita metálica de leche para que nos lo rellenásemos nosotros mismos. Nos sorprendidos de la brusquedad, ¡este bar te hace sentir vivo! Y, aunque no hubiéramos pedido café, esta experiencia nos despertó del todo. Por último, tras pedir lotería, solo tuvimos que esperar tras espetarnos el mucho trabajo que tenía. Asi que pagamos y nos dispusimos a salir, agradeciendo ni un ¡Gracias ni un gesto de musculatura facial donde se apreciase amabilidad. El café no estaba mal, he de decir, lo que nos decepcionó de esta experiencia inmersiva donde todo iba en línea, a excepción del café que estaba bien. Creo que debería haber ido todo en una misma línea y que fuese un café ácido, como idea de mejora para un futuro. ¡NO OS LO PERDÁIS!

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La mejor cafetería de Muro, hace 15 años que llegué a Mallorca, y fueron muy muy amables desde el principio todas las camareras y la dueña Marilen. La última vez que fui seguía igual de limpio y atentos.

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Una vergüenza de trato. Hemos ido esta mañana porque queríamos un café con leche y una cocacola para llevar. Al atenderme y decirles que quería un café para llevar ya me han interrumpido y me han dicho que no hacían cosas para llevar (cuando yo ni había acabado de hablar) y cuando les he dicho que me pusieran la cocacola ambas camareras me han ignorado y he decidido irme. Al salir, he visto como un familiar mío estaba tomando un café de ese mismo local y justamente sí se lo habían puesto para llevar. Por qué a él sí y a mi no? Cuando he vuelto a entrar para reclamar, las mismas camareras al explicarles lo sucedido me han dicho vale, y? qué quieres que haga? y cuando les he respondido me han vuelto a ignorar poniéndose a hablar con otro cliente. Indignado ya, les he dicho que no me parecía normal como me estaban tratando. Lo único que han hecho han sido ponerme cara de asco y hacerme gestos con las manos de que me fuera, que les daba absolutamente igual. Al final nos hemos ido al bar Sa Fonda (justo al lado) que nos han atendido maravillosamente pese a tener el mismo volumen de trabajo. Por como han actuado probablemente esta reseña caiga en vano, ya que las tres camareras han tenido el mismo comportamiento lamentable y pasota, pero que sirva al menos para que los clientes sepan el trato que se da en este bar.

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Bar céntrico con terraza y lleno de lugareños en el que sirven muy buen café (algunos nos aseguraron que el mejor de todo el centro) y unos bocadillostostadas con tomate y serrano muy ricos (acompañados de sus correspondientes aceitunas) a buen precio. Estupendo lugar para comenzar el día con un buen desayuno o tomar una cerveza con amigos. Camarera amable y servicial. Local y baños muy limpios. Recomendable si estás por Muro (aprovecha para visitar la iglesia principal del pueblo que está cerca y es francamente bonita).

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