Restaurante el Algarbe

Hemos cenado dos personas y aunque nos facilitaron la carta lo que pagamos finalmente fue un despropósito. Platos combinados que consistían en una pieza de pollo o longaniza y patatas fritas por 15 €! Una jarra (no botella) rellenable de vino de menos de medio litro a 8,50 €! En restaurantes cercanos por menos dinero tenéis comida mucho más elaborada.

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Hemos llegado a este camping de chiripa, pero nos alegramos muchísimo de haber conocido el restaurante, son un encanto, la cena, a pesar de que era tarde fue riquísima, muy buena la ensalada de rulo de cabra.....y la comida del día siguiente ESPECTACULAR!!!!!!! Muchísimas gracias por todo 💜 Esperamos volver y achuchar a los perretes. 😘

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Muy caro, no hay carta con precios y amabilidad la justa.... No volvería ni lo recomendaría...

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Ha sido una mala experiencia, cara y culinaria mente mediocre. Destacar los 15 euros que nos cobraron por cada plato de migas, los platos combinados de panceta del grosor de un papel de fumar tb a 15 euros y el torrezno churretoso sin acabar de freír. Cuidado si no te traen carta con precios porque probablemente la única sorpresa que te encuentres en este sitio sea una cuenta inflada que no se corresponde a tu experiencia culinaria ni a los precios medios de la zona

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Muy caro ,nada aconsejable.

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Trampa total para campistas. Pizza congelada de las del supermercado a 15 euros. No volveremos nunca más. PD: y el horno de piedra no lo tienen encendidooperativo nunca, calientan la pizza congelada en uno normal de cocina, que no os engañen...

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Situado en un lugar espectacular rodeado de naturaleza y merenderos. Acceso en coche con sombra en el parking. Junto al camping de Terriente. Llegamos las 13:00 y no dijeron que estaba todo reservado pero que si queríamos comer a las 13:30 podíamos esperar en la terraza mientras preparaban la mesa y saldrían a llamarnos. Esperamos bajo unos pinos con unos refrescos y disfrutando del paisaje. Pasada la hora decidimos entrar porque no salían a llamarnos y nos medio pegaron la bronca por no haber entrado antes 🤦🏻‍♀️ Pedimos una ensalada, un torrezno, patatas bravas y un entrecote. Creo que por falta de organización o desbordados por el momento la comida no salía en tiempo… llego el torrezno que estaba espectacular… pero sin rastro de la ensalada. De repente oímos “las bravas las tienes aquí estarán frías ya”… la camarera tardó en coger las patatas y se fue a tomar nota a otra mesa y al pedir patatas les dio las q tenía en la mano. A nosotros nos dio risa la verdad! Trajo las patatas que estaba buenísimas! Y vino con dos entrecotes y nos dijo “queréis este q lleva patatas y ensalada?” Y sin opción a contestar nos lo puso sobre la mesa. Esta situación nos provocó la risa de nuevo. Cuando por fin nos trae la ensalada le decimos q pensábamos q ya no la traería y nos dice “ah no pasa nada me la llevo que la tengo vendida” y se la llevo a otra mesa. La desorganización y descontrol fue bastante cómico al menos fue así como nos lo tomamos porque la toda la comida que pedimos estaba espectacular. (Se me hace la boca agua de recordarlo) Y como veréis la cuenta también nos provocó mucha risa. 😂 El servicio muy amable pero muy lento y desorganizado Si venís por aquí os recomendamos ir con paciencia y a disfrutar del paisaje y sobre todo la comida!

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El lugar está en una zona verde grandísima y preciosa. Ojo! No hay carta y no pudimos ver los precios, los cuales estaban desorbitados, por lo menos en agosto. La comida unas cosas muy bien, otras fatal. En cuanto al servicio, si se llena el restaurante van un poco perdidos.

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Fuimos el 15 de agosto y estaba a tope, pero la actitud de los camareros super buena. Majísimos. Y la comida muy bien también

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La peor experiencia en mucho tiempo. Vamos todos los años a celebrar una comida familiar a este restaurante, y estábamos contento, pero han cambiado la gerencia y es un desastre absoluto. Reserva a las 14:00, pero a las 15:30 todavía no nos habían tomado nota. La comida mala y fría, y encima cara. No recomendable. El camarero llamado Jorge un santo, con todo lo que tuvo que aguantar.

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Cuando llegamos lo vimos más o menos bien, nos sentamos y pedimos menú, una ensalada y pollo al horno. La ensalada la tuvimos que devolver porque la lechuga estava pasada y de color oscuro, nos traen la nueva y entonces sí fue correcta, cuando nos traen el segundo plato, el pollo olia mal, sin ganas de decir nada más lo dejamos en el plato con lo poco que pudimos provar, ya ni nos interesamos en si habia postre. Le regalamos 36 euros. El servicio pésimo menos una chica que hizo lo que pudo, después de esperar veinte minutos para que nos trajeran la bebida y una hora para comer. Cuando se vacia una mesa que ya han terminado debes llevar un paño y limpiarla al momento, efectividad. El entorno es precioso, una pena. No recomendable si no cambia la dirección.

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Gestión lamentable, la mesa encargada dos días antes para las 14:30, eran las 16:00 y aún no habían sacado platos principales, sin orden ninguno. Ensaladas con postres y entradas con platos principales. Cocina sucia igual q los baños. No había agua fría en plena ola de calor y tampoco les funcionaba la cafetera. Hemos estado allí otros años y siempre hemos salido contentos, pero han cambiado de dueños y no lo recomiendo para nada.

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Que DESASTRE! NUNCA MÁS. Llegamos y vimos como numeraban las mesas entonces,cuando ya tenían 5 mesas. No limpiaban las mesas ni ponían mantel. No seguían el orden de llegada, llegamos antes que una mesa grande y nos tomaron nota después. El camarero no sabe lo que es el pan con tomate, no se lo pidáis. No se puede hacer ningún cambio en ningún plato. Por ejemplo, no te cambiarán la mayonesa de un bocadillo por pan con tomate, ni siquiera le puedes añadir queso a lo que quieras. Le pides una caña al camarero y no te la trae. La gente tenía que entrar a la barra y sacarse su propia bebida (no había tantos clientes como para no dar un buen servicio entre dos camareros). Menos mal que al final vino el dueño y les ayudó, en nuestro caso nos preguntó qué nos faltaba y nos lo trajo. Nos trajeron el agua cuando ya habíamos terminado de comer! Solo añadir que pedimos un bocadillo de calamares y nos lo trajeron al plato, ese camarero NO escucha! Luego nos lo cambiaron. Muy mal servicio, no volveremos.

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Todo buenísimo. He comido un arroz de marisco excelente y un lomo con salsa de boletus y colmenillas del terreno espectacular. Mención especial a las patatas fritas (sublimes) y a los postres que no he podido conformarme con uno y he pedido dos. Entorno natural y trato del personal muy amable y cercano. Totalmente recomendable si pasas por la sierra de Albarracín.

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