Octo Restaurante

El lugar es muy bonito, un panal de abejas muy elegante. Creo que las porciones de comida son muy pequeñas y el costo muy elevado, igual con Los cócteles, que son más hielo que cóctel. Una experiencia diferente solo eso. Como nota, creo que es de más gusto agregar porcentajes de propina recomendado, aun cuando ya no es obligatorio.

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Hay que ir con la mente muy abierta para ser objetivo con la reseña de este lugar. Primero, la elegancia y estilo únicos del lugar, decoración, limpieza y detalles impecables. El servicio desde el primer momento es de restaurante high dining, los meseros atentos con suma amabilidad y siempre pendientes SIN sentir que te atosigan por querer traerte una y otra bebida antes de que te la acabes. La carta si bien no es muy extensa, es un placer leer las descripciones de todos y cada uno de los platillos, sabes que te espera una excelente experiencia solo de leer las entradas y coctelería. Ordenamos sopa de cebolla, clam chowder, chicharrón de pescado, pasta con tinta de calamar y varias bebidas. El chicharrón acompañado de salsa y un aderezo cremoso para taquear con tortillas recién hechas. La sopa de cebolla perfectamente caramelizada y de buena porción en un bowl caliente, la clam chowder no fue lo mejor de la selección. Precio alto? Por supuesto, sin embargo no se siente que estás pagando de más por lo que recibes. Totalmente voy a regresar por otros platillos que me hicieron ojitos. Otra cosa que es un super plus, es que también te pasan la carta de Bruna restaurante (a un lado) y eso hace que la visita valga el doble. Bruna es garantía de excelente cocina.

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Desde el primer momento, Octo se distingue por su elegante fachada que te prepara para una experiencia gastronómica de otro nivel. La comida, sin exagerar, es espectacular. Cada platillo está cuidado al detalle, y definitivamente vale la pena visitarlo, ya sea para una comida casual o para impresionar a alguien especial. El pan de la casa con mantequilla es una joya que te da la bienvenida con mucho sabor. Las porciones son generosas, y eso se agradece. El aguachile merece una mención especial: probablemente uno de los mejores que he probado, perfectamente equilibrado y fresco. Pedí un pescado acompañado de puré y verduras que estaba simplemente increíble —una combinación perfectamente ejecutada, llena de sabor y textura. La pasta con tinta de calamar, aunque bien preparada, fue el único platillo que me pareció más discreto, sin llegar a la altura del resto de la experiencia. En resumen, Octo es un lugar que destaca por su propuesta culinaria, su presentación impecable y un ambiente que invita a volver. Ideal para una cita, una ocasión especial o simplemente para darte un gustazo cualquier día de la semana.

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Octo me agrado mucho, el lugar está espectacular todo los detalles son muy hermosos y la comida excelente, buenas porciones en los platillos, las bebidas deliciosas, muy buena atención desde que te reciben, los postres muy buenos, pedimos el ladrillo de chocolate y vale la pena. Todo me pareció excelente

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El lugar es bonito pero la comida y el servicio dejan mucho que desear. - El fish and chips muy seco pero el aioli de habanero lo rescató un poco. - Pescado Zarandeado: el pescado estaba bueno pero cualquier otro lugar de mariscos lo prepara mejor. - Pasta al pesto: muy buen sabor. - Wellington: el mejor platillo de los q probamos. El problema es que el costo no se refleja en el sabor de los platillos.

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