Monastrell

Buena experiencia gastronómica. Pedimos el menú degustación Monastrell y todo exquisito, destacaría el espumoso de queso con caldo de jamón ibérico y el helado de estragón. La atención del personal fue excelente. Las vistas hacia el puerto de Alicante y el Castillo de Santa Bárbara inmejorables.

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Un pequeño tesoro en el puerto de Alicante con toques de alta cocina y un esmerado cuidado por los ingredientes naturales, ecológicos y de máxima calidad, con una cocina llena de detalles y de sensibilidad, dirigida por María José San Román, la chef que trasmite e imprime personalidad a todos los pequeños detalles de este especial local. El emplazamiento excepcional. El trato y el personal excelente. No dejes de visitarlo si vas a estar en Alicante.

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Una maravillosa experiencia gastronómica. Todos los platos estaban buenísimos, muy buen servicio con unas vistas de Alicante estupendas.

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La decoracion es muy minimalista y casi sobria, los camareros y sumiller muy atentos la verdad, tal y como esperas en un sitio como este, podrian hablar un poco mas fuerte porque parece que estuvieran susurrando. Pedimos el menu Maria Jose San Roman con maridaje. lo mas sorprendente la oliva gordal con polvo de tomate y alcaparra frita! me podria comer un plato entero, el tartar de cordero esta bastante exquisito, el espumoso de queso manchego una pasada. Al final el solomillo de cerdo me parecio un plato muy basico y muy simple que me podria comer en cualquier otro sitio. El maridaje acertado pero no me descubrio vinos que me llamaran especialmente la atencion. El postre muy bueno, muy ligero y mediterrano. En resumen, una experiencia agradable pero no creo que repita este menu, ya lo probaremos en el futuro cuando cambie.

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Estuvimos ayer celebrando mis cumpleaños y creo que no pudimos elegir mejor restaurante. Si quieres un lugar lindo, excelente comida y atención superior, no puedes dejar de ir a Monastrell, en la Marina. Nosotros pedimos el menú Monastrell y todo estaba riquísimo. La chef tiene platos de autor, donde deja ver su creatividad, exquisitez y pulcritud en cada plato que hace. El lugar está decorado con mucha elegancia y equilibrio. La atención de 10, tres chicos respetuosos, profesionales y muy amables. Siempre atentos y con una sonrisa. Podría decir que es un restaurante merecedor de estrellas. Por cierto, de tantos restaurante a los que voy, ha sido el único donde han pensado donde pone la mujer sus cosas. ¿Tan difícil es poner algo como lo que tiene Monastrell? Éxitos ♥️

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