LA TABERNA DE AMBAR

Atención penosa. Nos cargan en la cuenta productos que no hemos pedido y nos los intentan colar con excusas. Luego a la hora de pagar nos dicen que no admiten tarjeta (sin avisar con un cartel o decirlo antes) y que uno de los dos se tiene que quedar en el establecimiento mientras otro va a un banco. En fin... no recomendable en absoluto.

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Atención penosa. Nos cargan en la cuenta productos que no hemos pedido y nos los intentan colar con excusas. Luego a la hora de pagar nos dicen que no admiten tarjeta (sin avisar con un cartel o decirlo antes) y que uno de los dos se tiene que quedar en el establecimiento mientras otro va a un banco. En fin... no recomendable en absoluto.

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No se puede pagar con tarjeta... tenedlo en cuenta.

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Deplorable, no le recomiendo esto a nadie. El cocinero, supongo que será el dueño....... le insultó y faltó al respeto, a una camarera, por haber roto una copa. Le gritó y la insultó en varias ocasiones. Mi compañero y yo nos miramos y estuvimos a punto de decirle algo al impresentable, pero pensamos que sería aun peor para la chica, así que pagamos los dos menús de 9 € y nos fuimos sin tomar ni el postre ni café.......... espero que así tenga para reponer la puñetera copa. Por cierto, la comida también era bazofia pura, las paredes están desgastadas de tal forma que no llegan ni al suelo y para colmo en la cocina tienen un sumidero en el suelos, con la tapa quitada, para el acceso de ......... a la comida. Esto ultimo lo vi desde la barra.

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La peor experiencia, la comida es horrible y es una estafa. Ahorrese el dolor de cabeza.

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Mucha puesta en escena, pero la calidad no es su fuerte. Pedimos un jamón anunciado como bellota, que el cerdo habría olido la bellota, pero poco más. Es preferible poner jamón ibérico y punto, que echarse un farol en ese sentido. El resto de tapas que pedimos tenían fallos de ese estilo, por ejemplo un hígado (demasiado hecho) entre dos rodajas de manzana, y la manzana con las pepitas. Cuando la calidad no está a la altura, muy barato tiene que ser para dejar buena sensación. El precio no es caro, pero tampoco barato.

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