"La Tía"

He ido a muchísimos bares de todo tipo a lo largo de mi vida, y puedo decir que este ha sido, con muchísima diferencia, el peor de todos. Lo que nos ha pasado aquí no lo había visto nunca. Llegamos a la mesa reservada; el hombre quita las cuerdas que había para que nadie se sentara y se marcha. Intentamos pedir la bebida varias veces, pero nadie nos atiende. La señora que nos hizo un poco de caso se fue diciendo que de eso no se encargaba ella, así que estuvimos 40 minutos de reloj sentados sin nada en la mesa. Vemos una mesa de más de diez personas al lado con niños, sin platos, servilletas ni cubiertos, solo con boles de nachos. Ahí ya empezamos a imaginarnos cómo sería la cena. De hecho, hasta ellos mismos nos advirtieron de que en este sitio había que venir con muuucha paciencia. Estábamos todos igual a pesar de su insistencia de que atendían por orden de llegada, no era sólo cosa de nuestra mesa. Casi una hora después conseguimos que tomen nota de la bebida, y el chico nos dice que, en cuanto sepamos lo que queremos comer, le avisemos, que vendrá enseguida. Sin embargo, casi hora y media después, nadie viene a atendernos. Al final tuve que levantarme, entrar dentro, buscar al hombre y pedirle directamente lo que queríamos. Habíamos llegado a las 9:30, y a las 11:00 lo único que teníamos era la primera bebida que pedimos. Para colmo, se puso a llover, y todas las mesas que estaban fuera entraron como pudieron a un local pequeño y sin espacio, así que, en medio de todo ese caos, tuvimos que esperar todavía más hasta que se aclararan. Sacan los nachos, y al rato nos preguntan si nos falta algo más; ya no sabíamos si reírnos o llorar. Después sacan unos tequeños precocinados de supermercado, y cuando por fin llegan los bocadillos ya ni teníamos hambre. Al pedir la cuenta de la mesa también nos dijeron que esperáramos. Al ver que no llegaba, salimos fuera a tomar el aire. Ahí sí: al chico le faltó tiempo para venir a buscarnos y dárnosla. Al revisar el ticket, para variar, estaba mal: nos habían sumado cosas que no habíamos consumido. Al comentárselo a la chica joven, nos dijo que esperáramos en la cola y que ya verían. Pues bueno, sobre las 12:30, casi la 1:00, conseguimos pagar. La broma nos costó 20 € por persona. Las formas del personal, pésimas. La profesionalidad, pésima. La atención, pésima. La comida, normalucha. Y el precio, una broma de mal gusto. He trabajado en hostelería y sé de lo que hablo, la desorganización que vi en este sitio no la he visto ni en el bar más cutre de carretera. Por supuesto que no vamos a volver, y si me piden que recomiende algo de Albaida lo primero que diré será que no se coma en este sitio.

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Buenos bocadillos y buen precio..buen servicio y amabilidad..

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Muy buena comida pero la atención deja mucho que desear, una chica pelirroja me atendió y fue una decepción, no fue amable, recogió la salsa antes que pudiéramos terminar de comer, le pido la cuenta y al momento quita los platos y mi hijo todavía no había terminado de comer.. En todos los sitios que he estado solo recogen los platos cuando te levantas para irte, pero en ese establecimiento la experiencia es diferente, la atención nos echa a correr 😅

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Nuestra experiencia fue muy mala. Reservamos con un mes de antelación para fiestas y le dijimos la comida que queríamos el día antes, tanto los platos individuales como los de compartir. Éramos 18 personas y después de llevar una hora y 10 minutos con solo las bebidas nos preguntarons si queríamos un plato de entrantes para los 18, porque según dijo la cocinera, no le habíamos indicado la cantidad de entrantes que queríamos. Tras 10 minutos más sin sacar nada aún de comida le volvimos a preguntar por la cena y salió la cocinera a gritarnos. Ahí fue cuando decidimos pagarles las bebidas y levantarnos e irnos sin cenar porque tras casi una hora y media esperando sin nada más que bebida en la mesa habiéndole dicho con bastante antelación lo que queríamos para cenar, pensamos que ya era el colmo que saliera la cocinera a chillarnos diciendo que no daba a basto. Nefasto servicio, lento y desagradable. Una lástima porque em sitio está muy bien para ir con niños pero el servicio pésimo.

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Si no tienes prisa para comer puedes ir,, la cocinera ha salido como un toro embolao ,por decirle si ya estava la cena, una hora i pico i solo teniamos la bebida.asi que tranquilidadal y al ruedo

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Me encanta comer allí 🤤😋

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