La Burbujería

🫧 ¿Cómo transformar una cena en una experiencia inolvidable?🫧 📍 Muy cerca de Gran Vía, BARCO 7️⃣: La 🫧Burbujería🫧, el patrimonio líquido y gastronómico se fusionan con un objetivo claro: «convertir cada visita en una obra de arte sensorial». 🍾✨ 🫧Aquí, las burbujas no son solo un acompañamiento, ¡son protagonistas! Con más de 60 referencias de espumosos, desde cavas hasta champagnes seleccionados con lupa, te invitan a abrir una botella 🥂 tan pronto te sientes a la mesa y dejar que sea tu compañera fiel hasta los postres. 🍴 ¿Lo mejor? Su «cocina creativa y viajera», con platos que cambian según la temporada y productos frescos de mercado. Todo pensado para sorprender con recetas personales y platos fuera de carta. Pero esto no termina en la mesa: su 👉🏽Atelier de cocina es un taller único donde conectas con tus sentidos y creatividad a través de recetas que forman parte del día a día de sus residentes. 👉 Mi elección del día: 🍾Champagne Michel Gonet Blanc de Blancs Grand Cru. ¿Sabes lo que es abrir una joya líquida y descubrir cómo realza cada bocado? Eso es 🫧Burbujería. 💬 ¿Te atreves a descubrir qué burbuja sería la tuya? ¿Cava, prosecco o champagne?

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Hacía tiempo que no disfrutábamos tanto comiendo. Aunque es difícil quedarse con algún plato, nos sorprendió muchísimo el humus de cocido, las batatas, el ciervo y las croquetas. La atención tanto del chef Hernán como de Alfonso fue de 10. Nos veréis pronto por allí!

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Tuvimos mala suerte porque esperamos mucho tiempo tanto para tomarnos nota como en cocina, pero la espera mereció la pena porque la cocina estaba de 10. Nos encantó todo, desde la entrada hasta los postres. Lo más destacado para mi sería el provolone con sobrasada, la pata de ciervo que estaba súper tierna y jugosa con boniato y la bloody cheesecake, increíble la mermelada de tomate. Se agradece que la Copa de cava al final de la velada como compensación por la espera durante la cena

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Un local pequeño pero con una decoración agradable que invita a contemplarla mientras comes. El servicio de sala excelente con una magnífica atención por parte de su camarero. Probé tres croquetas de pulpo. Su textura era espectacular, muy cremosas y con un sabor muy agradable al paladar. La sepia con alioli negro y pimientos de padrón me sorprendieron muy gratamente. El alioli estaba magnífico y acompañaba perfectamente con la sepia. La pena es que la presentación (véase la foto) no hace justicia a la calidad del producto. Para terminar probé un tiramisú que estaba correcto. Un sitio que recomiendo y volveré a seguir degustando su carta y la materia prima que, Hernán, su chef, desarrolla en sus platos.

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Vinimos hace un año, y sigue siendo un sitio excelente; un restaurante pequeño pero cómodo y muy bien ambientado. La atención muy amable y eficiente. Siempre tienen cositas interesantes fuera de carta. Tomamos croquetas pulpo a la gallega y humus de garbanzos de cocido con los tropezones correspondientes (soberbio; se demuestra que no hay que hacer extravagancias para presentar innovaciones interesantes), de primeros, y urta y albóndigas de ciervo, de segundos. Con un magnífico cava, fue una experiencia memorable.

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