K'aproveche Bar de Tapas

He estado allí con mi padre y la comida exquisita y el servicio de camareros inmejorable. Repetiré sin lugar a dudas

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La comida no estaba mal pero es bastante asequible el precio de la tapa, muy recomendable para opción baratita y rápido en servicio.

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Estuve el fin de semana de congreso en Dos Hermanas y el sábado comimos y cenamos allí. La comida espectacularmente deliciosa: las gambas picantes y frescas, el pulpo para repetir, las croquetas increíblemente buenas y sabrosas, la carne suave y los postres a cada cual mejor. Para cenar volvimos a repetir el sitio y muchos de los platos. El personal inmejorable, buen trato en todo momento y pendientes de que no nos faltara de nada. Repetiré sin duda cada vez que vaya por allí.

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Estuvimos ayer al mediodía 14 personas y repetimos por la noche. Un lugar que no te dejará indiferente por el esmero en la cocina, producto de calidad y un servicio extraordinario. La relación calidad-precio es genial. Difícil quedarte con un sólo plato preferido porque todos marcan la diferencia. Destacaría algo más el pulpo por la salsa, el sabor y el aderezo. La ensalada de canónigos se sale de lo habitual. Por la noche nos sirvieron bebida cuando iban a cerrar por hacernos el favor. La sonrisa de una de las camareras era realmente llamativa e invitaba a sentirte más a gusto. Enhorabuena, no cambiéis nunca.

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En una palabra: impresionante. Hacía muchos años que no iba a este local. Prácticamente desde que era un adolescente con mis padres. En mi opinión, es un restaurante que está infravalorado, por una mala época que tuvo he escuchado. Desde luego, si algún día tuvo una mala época en algún aspecto, lo han solventado. El trato es especial, directo, cortés y personal. El personal es de 10, de matrícula. Mi más sincera enhorabuena al dueño y a los trabajadores. Con respecto a la comida, es una auténtica locura. Absolutamente todo estaba impresionante. La ensaladilla rusa, en su punto, riquísima. Después el queso frito con mermelada y nueces... Como ponía en la carta, es su especialidad. Cremoso, intenso, vibrante, etc. Faltan adjetivos. Las patatas bravas, ni picantes, ni sosas, muy bien trabajadas. El solomillo al whisky, venía con una buena cantidad de deliciosa salsa al whisky, bien acompañado de patatas y el solomillo en su punto, bien jugoso y tierno. En definitiva, un restaurante espectacular que merece mucho más valor del que se le da. Y que si alguna vez tuvo una mala época, ahora es un fénix resurgiendo.

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