Irish Corner Pub | Cervecería Salamanca

Un bar irlandés en pleno centro de Salamanca que no decepciona. Tienen cerveza barata, con pintas a solo 3,5 euros, lo cual está genial para estar a un paso de la Plaza Mayor. El ambiente es muy bueno, con pantallas por todas partes para ver fútbol y otros deportes. Tienen una promo que merece la pena con una hamburguesa muy rica con pinta por solo 10 €. Calidad y buen precio, difícil de superar repetiré seguro!

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Buen rollo desde que entras, el personal es majísimo y siempre hay buena música sonando. Las cervezas, una pasada: tienen grifos que no encuentras en otros sitios y una carta enorme de botellas. Y si eres de ver partidos, este es el sitio. Las pantallas, el ambiente… se vive de verdad. Ah, y la hamburguesa “El Clásico” con pinta por 10€ no falla nunca. Un lugar para volver!

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Un sitio de esos que no fallan. Este Irish pub en Salamanca tiene todo lo que buscas para una buena noche: ambiente relajado pero animado, buena música y un montón de cerveza para elegir. Las pintas caen solas y se nota que saben tirarlas. Las hamburguesas son un puntazo. Ricas, bien hechas y a un precio más que razonable. Perfectas para acompañar unas birras sin dejarte medio sueldo. Ideal para ir con colegas, cenar bien y quedarse de charla o viendo el partido. Muy recomendable si buscas un plan tranquilo pero con vidilla.

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Buen ambiente, buena birra y hamburguesas top. Uno de esos sitios donde entras “a tomar una” y te acabas quedando toda la noche. Tienen varias cervezas tiradas de grifo bien frías, y el rollo del sitio mola: música buena, gente de todo tipo y camareros majos. Las hamburguesas sorprenden para bien: buen tamaño, carne jugosa y el precio está más que bien para lo que ofrecen. Perfecto para cenar sin dejarte un dineral y seguir con la ronda de pintas después. Repetiré fijo.

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Fui con unos amigos a ver un partido y la verdad es que salimos encantados. Pedimos varias cosas para picar, los tequeños y las patatas con cheddar nos fliparon y todo llegó rápido y caliente, que se agradece cuando el bar está lleno. Lo que más me sorprendió fue el trato de los camareros, fueron cercanos, con buena vibra y siempre pendientes sin agobiar. Da gusto cuando te atienden así, se nota que les gusta lo que hacen. Al final, más allá del partido, nos quedamos un buen rato charlando porque estábamos súper a gusto. Repetimos seguro.

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