El Madreñeru de Loreto

Un lugar fantástico. Nuestra experiencia ha sido muy buena. A pesar de la cantidad de gente que había , han tardado muy poco en atendernos. La comida muy buena. La atención del personal inmejorable. Chichas de jabalí con patatas y huevos al Cabrales.😋 Patatas al Cabrales .😋 Croquetas de jamón 😋

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Espectacular. Fuimos a última hora y nos atendieron súper bien; recomendándonos platos y con un trato súper amable. La comida impresionante; buenas raciones a buen precio y de una calidad impresionante, las croquetas 100% caseras con una bechamel muy suave; la pluma abundante, tierna y súper rica; y las costillas se deshacían solas dejando el hueso completamente limpio. Sitio asegurado en Pola de Siero

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Sidra rica. Comida casera. Probamos por primera vez lo de pagar por escanciar. Lo veo positivo. Buenos profesionales, aunque quizas con demasiada asiduidad.

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Sin duda alguna, si vuelvo a Pola de Siero, volveremos a cenar en el Madreñeru. Es un bonito local, con gran terraza. El trato del personal insuperable. Desde el primer momento nos sentimos muy bien atentidos por Toni, Silvia, Manu... la dueña, Loreto, es encantadora, campeona en escanciar sidra, cosa q ella y todo su equipo hacen de maravilla, como buenos astures. La comida es deliciosa, tienen una amplia carta, y cualquiera de sus platos os encantará. Desi y sus compañeras de cocina hacen un gran trabajo. Nosotros nos dejamos recomendar, ya q es temporada de bonito y no queríamos irnos sin disfrutarlo. Recomedamos el plato madreñeru, las croquetas de cecina, ensalada de quesos... y lo que nos volvió locos fue la ventresca de bonito, a la plancha, espectacular, deliciosa. Nos faltó probar el famoso rollo de bonito, pero volveremos para poder disfrurarlo😉 Solo me queda dar las gracias a Loreto y a todo su equipo, por el trato recibido estos días! Sois grandes personas y grandes profesionales! Volveremos a vernos, seguro!!

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Cominos de maravilla y muy bien atendidos (nunca nos faltó un culín de sidra) Por poner un pero, recomendaría hacer los escalopines con el rebozo tradicional, sin pan rallado, del resto, nada que decir, el picadillo de jabalí exquisito, los berberechos, como bien decía la carta, impresionantes, los callos buenísimos y las tartas, originales y muy, muy ricas. Os lo recomiendo sin ninguna duda, la experiencia gastronómica merece la pena.

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