Da Neo e Loki

La amabilidad y la hospitalidad no tienen precio. Se siente como estar en casa de un amigo.

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parquet

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El restaurante está bien amueblado aunque tenga 3 habitaciones. Resulta muy acogedor desde la entrada. Tan pronto como entras, te saludan los dos dueños del restaurante, los señores Neo y Loki, ambos muy amables, aunque a veces tal vez demasiado confidenciales. La cocina es excelente y abarca desde muchos estilos diferentes, pero sigue siendo un punto fuerte en la cocina de Lazio-Tirreno. El personal siempre es amable y muy servicial, incluso si a veces hay argumentos verbales inútiles entre los propietarios y el cocinero. La amplia selección de vinos y cervezas satisface todos los gustos y deseos. La decoración es simple y se siente como estar en un hogar donde te sientes a gusto. Gran lugar para ver deportes y películas (a convenir con el cocinero, que también es un apasionado del mundo de los videojuegos). La vista es impresionante. Desde ambas ventanas te proyectan a un mundo que va más allá de la vida cotidiana de la capital, quedando casi aislado como por arte de magia. Sin mencionar el excelente café servido por el barman a todas horas acompañado de excelente leche y azúcar.

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