Celler 1923

Comida excelente..presentación excelente...ubicación excelente...local excelente...mi único pero y es a título personal...me hubiera gustado un pelin más de cantidad de comida y algún refresco...pero por lo demás espectacular.

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El plato estrella de la noche fue el risotto. ¡Increíble! Cremoso, lleno de sabor, cada bocado fue una delicia. Definitivamente, uno de los mejores que he probado. Los quesos y embutidos también se llevan un aplauso. La selección de quesos es una maravilla, y los embutidos… ¡de otro nivel! Todo fresquísimo y con mucho sabor. Y lo mejor es que la atención es excelente. El personal es súper amable, siempre pendiente de que no te falte nada y con una sonrisa en la cara. Te hacen sentir como un invitado especial. En resumen, Celler 1923 es un lugar al que seguro volveré. Comida deliciosa, ambiente genial y atención de primera. ¡Recomendado al 100%!

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Ubicado en un entorno idílico al lado de la nueva bodega del Celler de Peralada, el Celler 1923 ofrece una experiencia gastronómica excepcional. Yo destacaría su ensaladilla, un clásico reinventado con sabores frescos y bien equilibrados, y su risotto de setas, cremoso y lleno de sabor, cocido a la perfección. El trato de los camareros es impecable: atentos y amables, hacen que la experiencia sea aún más especial. El ambiente es acogedor y elegante, ideal para cualquier ocasión. Un lugar que definitivamente vale la pena visitar.

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MÁGICO✨ Un lugar increíble con un encanto inigualable, comida muy buena, atención impecable y qué decir de los vinos … ¡para probarlos todos! Ya había estado en el celler en la visita + cata de vinos y la verdad es que el restaurante ha superado expectativas. ¡Volveremos!

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El Celle tiene unos bonitos campos con viñedos y una terraza preciosa para las tardes de verano. Fuimos a comer y la verdad es que nos encantó la ubicación y la comida estaba rica. Probamos la ensaladilla mimosa, la escalivada de la huerta que estaba muy rica, la merluza con algas muy suave de sabor, las albóndigas de cerdo duroc con sepia (que fue el plato que más nos decepcionó ya que no se notaba nada el sabor a sepia…) y el costillar de cerdo duroc asado que fue lo que más nos gustó. El costillar estaba muy bueno, las costillas se despegaban de la carne sin ningún esfuerzo de lo tierno que estaba…. Brutal. Seguro que volvemos a este hermoso lugar para tomarte un vino y difrutar de la tranquilidad.

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