Casa Toni

Íbamos buscando un sitio típico donde probar los platos más castizos. Desde fuera, aunque pequeño y con poco aforo, parece un lugar pintoresco bastante típico de esta zona de Madrid. Pero una vez dentro, la sensación es de poca limpieza en general. La atención por parte del personal es como de simpatía forzada Nos sentaron a una mesa en la parte alta del local (en la cual había un ruido de gente hablando ensordecedor debido a la poca altura del techo) rápidamente (sin preguntar por la bebida) nos pusieron un plato (muy sucio) con un puñado de aceitunas con muy mala pinta. La mesa estaba pegajosa y la carta grasienta (daba cierto asco tenerla en las manos) Nos tuvieron esperando un rato como de 15 minutos desde las aceitunas hasta que por fin nos tomó nota un camarero que se dirigió a nosotros (y al resto de clientes por corazones como Anne Igartiburu) Pedimos unas bravas y un bocadillo de calamares, en este caso la comida si llegó mas o menos rápido. Con lo sencillo que es hacer unas bravas y estas eran papas cortadas tan grandes y gruesas que al freírlas (y creo que precongelarlas) se quedan secas y la salsa brava insípida, por supuesto nada picante y además todo el conjunto bastante soso, literalmente. En cuanto al bocadillo de calamares... Primera vez que lo pido en Madrid, decepción absoluta. Calamares crudos, con exceso de aceite, sobre una pieza de pan (precocido) acompañado de un gajo de limon con un extremo oscuro de estar ya viejo. En resumen

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Wow, es una verdadera delicia! Probamos la parrillada de la casa y las mollejas y estuvo espectacular. Tienen mucho sabor y todo los preparan al momento. El ambiente es muy calido y recomiendo llegar temprano para alcanzar una buena mesa. 100% recomendado!

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Me he sentado en la segunda planta, el camarero era muy agradable y me ofreció muy buen servicio. Muchas gracias!! Además, el gusto y el precio, todo lo justo! Recomiendo este restaurante!!!

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Local grasiento y mal ventilado, personal desanimado y tirando a borde y siempre lleno de turistas de esos del tripadvaisor.... Además, para lo que hay, es caro de coj..... Pero en fin, como ya casi no quedan sitios así y además la oreja y demás raciones no están mal, pues habrá que darle las 4 estrellas. ¿Que en justicia no se merece más que 2 como mucho...? pues seguramente, pero le añado una por la nostalgia (son mas de 30 años viniendo aquí), y otra más porque se mantienen clásicos contra viento y marea. Y esas cosas también suman.....

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Lugar de tapas y raciones de los de toda la vida en Madrid, lugar muy típico, muy rápido y excelente relación calidad precio, más bien diría bastante económico para según están las cosas hoy en día. Las comida muy rica, el camarero muy amable y simpático; pedimos oreja, mollejas, pimientos del padrón, calamares, patatas bravas (muy ricas y picantitas), pero lo que no podéis dejar de pedir si visitáis este lugar son los champiñones, ¡¡ESPECTACULARES!! Volveré, me quedé con las ganas de probar otros platos.

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