Casa Rural de la Villa

Acogedor, buen desayuno, tranquilo.

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Un pueblo con un encanto mágico y sin duda la Villa el mejor sitio para quedarte a dormir. Habitaciones amplias, cómodas y limpias, un buen desayuno para empezar el día con fuerza y el trato de Begoña, la dueña, inmejorable, atenta, cariñosa,.. hace que la estancia sea perfecta. Sin duda para repetir una y otra vez.

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Una experiencia mágica,el pueblo con encanto,el trato de Begoña inmejorable, estuvimos mi esposa y yo,no esperábamos un trato especial pero agradecemos el respeto y cariño con el que nos trato,comimos ahí súper recomendable todo rico y un ambiente precioso..nuestra habitación cumplió con la expectativa descansamos muy bien y eso no es poco...seguro repetiremos.... gracias Begoña has hecho de nuestra escapada rural una gran experiencia....

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Muy tranquilo en un pueblo encantador. Habitación muy limpia, camas cómodas y baño propio. La señora de la casa nos esperó a pesar de llegar un poco tarde por culpa del tráfico. Muy de agradecer

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Espectacular el trato recibido por Begoña, amabilidad top. Limpieza y tranquilidad. Un sitio para relajarse sin lugar a dudas

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Intento de reserva con smartbox para un lunes, y cancelan la reserva. Si no vas a aceptar reservas de smartbox, quítate de la lista, porque si no aceptas un lunes normal es que no las aceptas nunca...

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Un encanto! Ni bien llegar al pueblo todo es magico. La posada en una construcción antigua de piedra, parece de cuento. La habitación nuestra estaba perfecta, éramos 2 amigos asi que pedimos camas separadas. Primero nos dijeron que no tenian pero luego nos pudieron agregar una cama mas pequeña y como la habitación es bastante grande quedo perfecto. El baño muy bien hasta nos hicimos cada uno un baño de inmersión en la tina. Luego la cena super bien, Begoña encantadora. Las croquetas muy ricas y la ensalada de queso de cabra también. Muy bonita experiencia. Dormimos de lujo y Begoña nos recibió abajo con el desayuno. Lo recomiendo y volvería

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Simplemente espectacular

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Me encantó. Begoña es una gran anfitriona. Te hace sentir como en casa. Todo muy limpio. Desayunas en una antigua cocina del S.XVII,tranquilidad,belleza. Volveré de nuevo

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Es ideal para un fin de semana de desconexión. El pueblo es pequeño pero precioso y Begoña, la dueña de la casa rural, es muy atenta. Es la encargada de uno de los restaurantes del pueblo, el Palomar, donde la comida está riquísima. Muy recomendable.

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Nefasta atención. Tenemos un paquete regalo de Wonderbox en el que aparece este hotel. No sólo no contestan a los emails, sino que además nos dicen por teléfono que ya no utilizan eso del Wonderbox, que como mucho lo admiten para una sola noche, mientras que en el paquete se anuncia por dos noches con desayuno.

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Ha sido una experiencia maravillosa, y conocer a Begoña la dueña es un honor. Hemos prometido volver todos los años. El sitio es encantador el pueblo maravilloso, y el palomar para comer buenisimo, los precios de los mas ajustados del entorno.

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Casa de pueblo típica muy bien conservada. La cena espectacular, todo casero cocinado con esmero. La habitación austera, con camas estrechas pero dormimos muy bien. Desayuno agradable. Negativo; el baño, necesita reforma.

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