Casa de Amancio

La comida estuvo estupenda. Es un verdadero hallazgo. Tengo que decir que nos gustó tanto que repetimos una segunda vista. La atención de Manuel estuvo estupenda. Vale totalmente la pena el viaje!

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Una joya gastronómica a las puertas de Santiago. Tuvimos el placer de comer tres adultos en Casa Amancio y fue una experiencia que superó todas nuestras expectativas. Desde el primer bocado hasta el último café, todo estuvo cuidado con un mimo excepcional. Producto de primera, cocinado con respeto, creatividad y tradición gallega. La atención fue cálida, cercana y profesional. Se nota cuando un equipo disfruta haciendo bien su trabajo y cuidando al cliente. El ambiente es acogedor, ideal para disfrutar con calma de cada plato. Recomiendo especialmente la croca y los conos.

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En todo el camino (que ya van varias veces que lo hago) nunca me había encontrado con un personal tan desagradable. Entramos en grupo, llovía a mares y los niños tenían frío. No había mucho sitio e hicieron todo lo posible para que viéramos que no éramos bienvenidos. Pensaban que no hablábamos castellano y les escuchamos criticarnos. Es cierto que no podíamos sentarnos todos, pero quién tiene un bar en el camino sabe que los peregrinos a veces buscamos refugio y una bebida caliente, desde luego no han entendido qué es el Camino. No volvería ni recomendaría a ningún peregrino entrar ahí, está claro que no somos bienvenidos. Poco después hay otro bar donde nos acogieron sin problema, aun cuando tampoco había sitio... os recomiendo caminar un poco más e invertir dinero donde se aprecia a los que vienen.

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El trato, desde el principio ha sido fantástico, ayudan y se ofrecen a dar todas las comodidades. El restaurante está ubicado en una preciosa casa rehabilitada, con un gusto exquisito. La comida y postres son increíbles. Recomendamos las alcachofas con mayonesa de ajo negro. Muy recomendable, repetiremos

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No he estado alojado en el hotel pero si he comido en el restaurante y es una maravilla. Sólo probamos el menú del día, así que es de lo que puedo opinar. El servicio muy bueno, con personal muy atento y profesional. La comida se nota que está hecha con mimo y riquísima. La cantidad está bien para un menú de dos platos y postre, y utilizan producto de calidad. La única pega es que la ubicación es complicada de encontrar y no hay mucho sitio para aparcar.

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