Cafetería Mi Pequeño Cid

En Mora, el mejor lugar para tomar algo, comer o cenar. Buen ambiente. Buen género, perfectamente elaborado y, además, con los pluses de su equipo humano, amabilidad, atención, rapidez y buen servicio. Mención especial para Nuria, que con su constante simpatía, sonrisa, buen trato y trabajo, hizo de nuestra velada un momento fabuloso. Muchas gracias. Volveremos a vernos.

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Buen ambiente, bar y terraza tranquila, son tod@s muy amables. La comida muy rica y el desayuno genial!

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Estimado equipo del Bar Mi Pequeño Cid, Me dirijo a ustedes para expresar mi más sincero agradecimiento por el servicio excepcional que brindan. Durante mi visita reciente, quedé impresionado con su gastronomía, que es de primera categoría y adecuada para todos los gustos. Los precios son sumamente asequibles, lo que lo convierte en un gran valor. ¡Realmente aprecio su atención personalizada y disposición para cumplir con solicitudes especiales! Además, sus instalaciones son de primera calidad. Desde la decoración hasta la limpieza, todo parece estar en su lugar. Me alegré de ver que también ofrecen servicios adicionales que hacen que mi experiencia sea aún más agradable. En general, mi experiencia en el Bar Mi Pequeño Cid fue excelente y espero volver pronto. Gracias a su equipo por hacer de mi visita una experiencia memorable. ¡Definitivamente recomendaré su bar a mis amigos y familiares! ¡Mantengan el buen trabajo! Atentamente, Francisco.

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Fui con unos amigos que son de allí por qué dijeron que estaba bien pero después de esta vez hemos concluido que no vamos a volver. Al parecer han cambiado la carta, hay menos variedad y es todo más caro. Una ración de morunos de pollo (9€) que resultaron ser unos 10 cachitos de pollo contados en una cazuelita del tamaño de un puño, el pollo no estaba seco pero de sabor no era nada espectacular, no tenía mucho sabor. Pedimos también 3 bocapizzas de (3.70€ud) de kebab, barbacoa y atún. El de atún lo trajeron de jamón y puesto que tardaron bastante en ponerlos no lo cambiamos, pero vamos que es un cacho de pan bastante pequeño con una cucharadita de tomate frito que ni si quiera está esparcido así que la mayoría del pan está seco, un pelín de queso y media loncha de jamón de York repartida por el pan, bastante lamentable. Los de kebab y barbacoa tenían algo más de sustancia pero igualmente no merece la pena, están mejor los del puesto de la feria. Como ya he dicho, para lo que pedimos y como lo trajeron tardaron bastante en poner la comida, la camarera tampoco hacia mucho caso y el personal no era especialmente amable. Dentro del local no se puede fumar y a pesar de que hay una terraza la gente se pone en la puerta a fumar, por lo que al pasar te tienes que tragar el humo y toda la entrada huele a tabaco lo cual no es muy agradable.

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El trato con el dueño en concreto con el hijo del jefe fue lamentable, con muy malos modos, se le pregunta en varias ocasiones y con mala cara y no contesta y ni caso, uno de los niño de un amigo (9 años) entro ligeramente en la barra , y sin mediar palabra le dio un empujón sacándole de la barra. Por lo que inmediatamente se le recriminó, contestando de manera déspota y con desprecio. Que lamentablemente la educación de esta persona es pésima, asi que la última vez que vamos a este bar. Que en otras ocasiones hemos estado y lo único que hemos salido es con un olor a fritanga impresionante, pero es la gota que colma el vaso.

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