Bar Restaurante Roque Nublo

Excelente servicio. Todos los camareros se esfuerzan al máximo, a pesar de que el.lugar estaba lleno. Todos los platos que pedimos estaban increíbles, y con unas vistas perfectas.

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Lugar que no pasa desapercibido! Buenas vistas, buen servicio y buena comida. Las camareras son encantadoras, la comida casera está muy rica, bajo mi experiencia el queso ahumado estaba delicioso, las albóndigas muy sabrosas y el cerdo frito espectacular, la ensaladilla rusa no la suelo pedir cuando como fuera, pero ese día no me pide resistir, estaba riquísima! los postres son muy buenos, la torrija me encantó y la tarta de chocolate, estaba espectacular. Además todo a buen precio. Volveré a repetir, muchas gracias por la experiencia gastronómica. Saludos

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Restaurante de comida Canaria con impresionantes vistas al monumento natural más representativo de Gran Canaria, el Roque Nublo. El sitio bien merece el paseo nada más que para visitar el barrio de la Culata en Tejeda, pero también vale la pena el camino si lo terminas en este restaurante. La comida está riquísima y los precios muy ajustados para la calidad que tienen sus platos. Eso sí, o llega antes de las 13:30 o ármate de paciencia pues te va a tocar esperar. No admiten reservas. El local está muy bien ambientado, acogedor, no muy amplio pero cómodo. Gruesas paredes de piedra y una chimenea que en invierno tiene que dar un calorcito muy reconfortante. Fuera tienes dos terrazas en las que comer al aire libre. Hay varias zonas para aparcar pero si el lugar está muy concurrido vas a tener que esperar también para dejar el coche. La carta no es muy extensa pero los platos están todos riquísimos. Caseros y abundantes, al igual que los postres. Te recomiendo los huevos estrellados con morcilla dulce...👌🏼

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Lugar para visitar sin prisas. No se puede reservar. Se aconseja llegar pronto. Es para ir relajados y disfrutar de las impresionantes vistas, la compañía y la comida, que está rica y muy bien de precio. La carta es muy justita, pero con platos populares que son acierto seguro. Aparcamiento cercano y suficiente para los clientes que pueden atender. Si no hay hueco para aparcar, es porque tampoco habrán mesas libres. Me sorprendió gratamente el sabor de los huevos rotos con morcilla dulce. Aunque es cierto que la cocina se bloquea un poco cuando todas las mesas están ocupadas, el buen hacer de las camareras, la limpieza tanto del local como de los baños y la ubicación del mismo hacen que merezca la pena conducir una carretera con tantas curvas y con algunos tramos ligeramente estrechos. Definitivamente ha valido la pena el paseo y parar a comer aquí!!!.

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Fuimos a este restaurante después de visitar el Roque Nublo, aunque esté relativamente cerca se tarda en llegar ya que la carrera da mucha vuelta. La comida era realmente buena y sabrosa. A destacar los calamares y la ensalada de aguacate que pedimos. Los postres también estaban muy buenos. Una torrija con helado, tarta de calabaza y unas mousse de chocolate. Todo muy rico. Lo recomiendo.

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Una gran sorpresa llegar hasta allí, la comida casera y riquísima, el lugar con mucho encanto y tranquilidad, el personal muy amable..... Sin duda hay q probarlo

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