Adios Vida Furancho

La verdad es ya es mi segundo año disfrutando de este furancho, de las buenas vistas, la comida, el buen trato y atención de las camareras. Ahí que llegar con tiempo por qué se llena rapidísimo. Os recomiendo muchísimo venir, para el año que viene, ya que ya cerró ayer con su último servicio. Seguid así👏🏼. Es un lugar ideal para ir con amigos, familia, en pareja e incluso solo se disfruta mucho. Animaros 😊 nos vemos para el año de nuevo.

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Todo genial. Abren a las 8 y si te descuidas un poco no cenas! Ve pronto. Menú de tortilla (brutal), croquetas, ibéricos, chorizo, empanada. Hay que mirar los de alrededor porque no todos tienen el mismo menú. En cuanto al precio, un regalo! Sorprendido de cenar así hoy día. Y si vienes de Barcelona directamente sientes que hay gato encerrado (gente maja + precio asequible = burundanga y te despiertas sin un riñón). Resumen: lo recomiendo pero hay que ir a las 8. PD: si vas con autocaravana ojito con los caminos… muy estrecho.

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Me ha encantado, en Galicia existen los furanchos, que son casas particulares que habilitan algunas zonas para convertirlas en un tipo de taberna temporal, con la condición de que sólo pueden ofrecer platos caseros con un máximo de 5 diferentes y vender sólo vino blanco o tinto, de elaboración propia, tienen tiempo limitado de apertura, suele ser desde mayo a julio. Este furancho está ubicado en plena aldea, rodeado de viñedos, la casa es espectacular y su apariencia es enxebre. El servicio es de 10, súper atentos y amables, muy rápidos. Todas las mesas están en el exterior de la casa, en el jardín y de noche tienen unas tiras de bombillas, que consiguen crear un ambiente más íntimo Abren de jueves a domingo y no se puede reservar.

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Precioso furancho, situado en Redondela. En un entorno muy bonito rodeado de monte, chalets y viñas. El lugar es muy agradable, está en el patio con jardín de un chalet, separado por un viñedo inmenso. No se admiten reservas, la gente llega y se va sentando en las mesas libres. Los que llegan más tarde tienen que esperar al siguiente turno. Hay 5 cosas para comer y vino casero, tinto y blanco con gaseosa o agua, como dictan las normas de los furanchos autenticos. Tampoco hay postre(a excepción de queso de tetilla con membrillo)ni refrescos. Los camareros muy amables y trabajadores. Lo recomiendo al 100% me pareció una experiencia para repetir. Por cierto, solo abre de jueves a domingo, durante dos meses.

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Todo increíble! La atención maravillosa todos súper atentos y nos recomendaciones, la comida de otro planeta la croquetas todas de 10! Pero mis favoritas las de queso manchego, y el membrillo creo que es el mejor que he probado en mi vida! El vino tinto muy bueno el blanco no es para mi ya que es más ácido de lo que me gustan! Quedamos encantados con este furancho.

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